Si quieres pasar unos días en Málaga pincha en la imagen

GRACIAS POR TU VISITA



Este blog se visualiza correctamente con Mozilla Firefox con Explorer da algún problema

domingo, 17 de julio de 2011

Ya estamos de vuelta

No sabía como titular esta entrada, tal y como le he puesto o ésta otra, "en dos palabras". Y con lo de las dos palabras no me refiero a lo típico de Im-presionante o In-creible. En este caso las dos palabras hubieran sido ¡¡¡Sin Palabras!!!.

Bueno al grano que como me pasa siempre, me enrollo y no os cuento lo que quiero decir. Después de siete fantásticos días de crucero tengo alguna anécdota que contar, a parte por supuesto de lo maravilloso del viaje.

Lo primero que se me quedó grabado y quería indicar por aquí, fue la insistencia de Ana durante la primera cena en el crucero. Ella no comprendía cómo podíamos estar comiendo y al terminar levantarnos sin pedir la cuenta. No hacía más que decir "Papa, la cuenta, la cuenta" y le comentamos que mientras estuviéramos de vacaciones dentro del barco no teníamos que pagar nada. Al final, lo entendió perfectamente, a pesar de que sus hermanos (José y Juan) no hacían más que chincharla diciéndole que nos íbamos todas las noches sin pagar la cena.

Otra cosita simpática de Ana fue una noche que venía con los hermanos buscándonos y nos encontraron en la planta 14 (sí, como la canción de Víctor Manuel) pero con otro ambiente, buena música y buenos cócteles. Estaba actuando un grupo y ellos para acortar camino hasta donde estábamos nosotros tenían que pasar por mitad de la pista de baile y Ana se encabezonó un poquito en no hacerlo, porque le daba vergüenza pasar por medio de la pista. Los hermanos la convencieron y no sólo pasó, sino que pasó bailando. Mi niña es la number one, jajaja. No veas las risas que nos echamos.

Otro día nos vemos a la "moza" abriendo y pegándole unos tragos a una botella de agua del minibar, a pesar de las distintas advertencias que hicimos de no utilizar el servicio, ya que teníamos agua buena y fresca en el barco. Cogíamos vasos de un bar y nos los llevamos a la habitación con el fin de no hacer uso de las botellas y así no tener un gasto añadido. Pues nada, Anita ni corta ni perezosa le pegó un buen " trinque" a la botella, y además la consiguiente regañina que nos dio, ya que nos reprocho que no hubiera agua en los vasos que traíamos del bar, y ella tenía sed.


Han sido unos días maravillosos, viendo ciudades que no conocíamos, espectáculos, cantando, bailando, haciendo nuevos amigos y sobre todo riéndonos.


Me ha encantado ver a mi niña tan feliz.

Todos estamos a una. Cuando podamos repetiremos experiencia. Ha sido algo que no se puede explicar, ya sabéis...

SIN PALABRAS.




Aquí dejo un video con algunas de las fotos que hicimos durante el crucero.




 
#BLOGGER_PHOTO_ID_5452344944333379906 {border: 0px solid}