Si quieres pasar unos días en Málaga pincha en la imagen

GRACIAS POR TU VISITA



Este blog se visualiza correctamente con Mozilla Firefox con Explorer da algún problema

sábado, 6 de abril de 2013

ADIÓS COMPAÑEROS, MUCHAS GRACIAS POR TODO

El pasado día 15 de marzo fue nuestro último día de trabajo como muchos ya sabéis. Quise invitar a los compañeros de la oficina a picar algo para pasar nuestras últimas horas como empleados de Caja Madrid juntos. Pero  los días siguientes de haberles comentado ésto, me di cuenta de movimientos que indicaban que no sería posible tal invitación, ya que notaba cierto aire de secretismo en cuanto a distintas reuniones de casi todos ellos sin que yo participara en ellas. En definitiva, que me "olía" que estaban tramando algo, y más después de oír algunas conversaciones con otros compañeros con los que habíamos trabajado anteriormente.
Al final llegó el día "tan temido" después de 23 años Isabel y 30 años yo trabajando en la empresa, teníamos que afrontar que ese viernes 15 se acababa nuestra relación laboral tras tantos años de esfuerzo y dedicación, años que no se pueden resumir en una humilde entrada de un blog, pero si quiero decir, que para nosotros Caja Madrid fue una empresa maravillosa, donde teníamos un buen sueldo, buen horario y por supuesto un buen trabajo que nos dio todo lo que tenemos actualmente. En cuanto a Bankia, no puedo decir lo mismo.
La última semana de trabajo fue un tanto extraña con unos sentimientos muy encontrados, por una parte con ganas de irnos y por otro lado con la tristeza lógica de dejar atrás tantas cosas agradables, principalmente compañeros e incluso muchos de ellos amigos. Pero en mi caso lo peor llegó al final del día, cuando me dí cuenta que esa persona que tenía delante era el último cliente que atendería, que nunca más volvería a hacer ese trabajo. En ese momento me derrumbé, no pude aguantar más y arranqué a llorar como un niño cuando le quitan su juguete favorito. No podía entender que habiendo solicitado nuestra baja voluntariamente, la cual nos aceptaron, se pasara tan mal al dejar algo que ya no querías, pero las cosas son así, los sentimientos son más fuertes en muchos casos que nosotros mismos.
Otra imagen que nunca se me olvidará de ese día, es el momento de atravesar las puertas de salida de la oficina. Que cantidad de recuerdos pasaron por mi cabeza entre esas dos puertas, no es posible transmitir tantas sensaciones. Gracias que me acompañaba mi gran compañero y amigo Juan González e hizo mas llevadero ese trago final.
Ya en el coche de camino al restaurante donde nos habían organizado una fiesta de despedida, Juan me fue poniendo al día de como había sido la organización y quien había participado. Después de un par de cervezas, empezaron a llegar compañeros de Isabel y míos, tantos actuales como otros que trabajaron en distintas épocas con nosotros. La verdad que a pesar de "olernos" algo, nos hizo mucha ilusión reunirnos con tan buena gente  que en algún caso hacía tiempo que no veíamos.



Durante la fiesta lógicamente comentamos muchas anécdotas y situaciones vividas en tantos años de trabajo, por lo que pasamos una tarde muy agradable. Pero faltaba algo, algo muy importante para Isabel y para mi (no, no penséis que eran los regalos) y nuestro gran amigo Víctor Navarro (él es mucho más que un compañero) nos lo trajo. Sí, tenía orquestada una sorpresa final, y pensó que podíamos echar en falta a nuestra hija Ana, por lo que organizó que fuera ella quien nos entregara los regalos que nos hicieron. En ese momento ni que decir tengo que nuevamente se abrieron las compuertas de ese embalse que no sé si siempre lleno, pero si siempre dispuesto a desaguar. Para que nos entendamos, volví a llorar como un niño. Ahí no quedo todo, Víctor de nuevo se desmarcó con otro detallazo, queriendo acercar a mi hermano a la fiesta de nuestra despedida, lo llamó por teléfono para que participara de alguna manera de todo lo que nos habían organizado.



Al marcharnos algunos no se despedían de nosotros como compañeros, lo hacían como amigos. Y quien no podía escribir en un trozo de papel sus sentimientos en ese momento, nos los transmitía posteriormente a través de un wattshap que tan de moda está en estos tiempos. Incluso alguno a pesar de plasmar unas hermosas palabras en la cartulina, nos envío un correo con sentimientos muy bonitos.





























 

































Ya en casa, leí un correo muy emotivo que me envío mi hermano donde hacía mención a nuestra decisión. Nos daba ánimos para afrontar nuestro “nuevo futuro” y sobre todo indicaba que siguiéramos estando “unidos” a través de llamadas telefónicas y así saber uno del otro. Ni os lo cuento… muchos más llantos.
Mientras lloraba llegó Charo, la mujer que se encargaba de llevar y recoger a mi niña del colegio. Por el efecto cascada ella también se quedó sin trabajo, pero a pesar de ello, esa tarde no hizo más que lanzarnos elogios tanto a Isabel como a mí. Nos demostró nuevamente el cariño que le tiene a nuestra hija y lógicamente otra llantina de éste que os escribe.
Mi niña no quería que siguiera llorando y decidió que esa noche tenía que dormir con su “papurri” para que no estuviera tan triste.
Al despertar, igual que siempre cuando duerme conmigo: un beso, un abrazo y un te quiero. Pero esta vez algo más … Papa, hoy no vas a llorar, verdad?
























viernes, 18 de enero de 2013

HUELGA EMPLEADOS BANKIA

Que triste empezar el año 2013 con una entrada como ésta. Pero resulta imposible llegar a ningún acuerdo con la empresa para que los empleados tengamos una solución digna, por lo que es inevitable una huelga con la que intentaremos recuperar parte de nuestros derechos ,y si fuera posible, evitar tantos y tantos despidos como quiere realizar la actual directiva de la entidad.


 

 
#BLOGGER_PHOTO_ID_5452344944333379906 {border: 0px solid}