Para Ángel, gran amigo de mi hermano

En esta ocasión inicio una entrada dedicada a Angelito (así lo llama mi hermano) ya que quiero darle gracias por todo lo que han compartido juntos. Quisiera decir que se trata de una historia de amistad y compañerismo entre los dos protagonistas, una historia que surgió en el departamento de la empresa donde han trabajado durante muchos años.


“Ángel, según tengo entendido esta amistad no sólo ha sido por tantas y tantas anécdotas que habéis podido compartir, sino que ha tenido mucho que ver tu don de gentes (simpatía, amabilidad, gracia, naturalidad, etc.) al menos eso es lo que a mi me ha transmitido ese que tú sabes”. 


En resumen, he llegado a notar en mi hermano cada vez que te nombra, un sentimiento muy hermoso que yo llamaría AMISTAD. Sí, con mayúsculas, mayúsculas tan grandes como tú has sido para él, porque quiero que sepas que no sólo has sido un compañero, sino un amigo que has dejado una huella imborrable. Estoy seguro que esa amistad va a prevalecer en vosotros durante toda la vida, a pesar de ese distanciamiento físico. De hecho lo demostráis cada cierto tiempo con esas maravillosas comilonas que os dais en El Astur (envidia sana) donde os gusta tanto “cortar trajes” y echaros vuestras risas. Verdad? 


Bueno Ángel, por aquí te dejo un estante musical con música de un artista que sé que te gusta mucho, lo hemos preparado especialmente para ti, con mucho cariño y, por qué no decirlo, con mucho cachondeo y buen rollo mi hermano y yo. Tengo muchas ganas de conocerte personalmente y continuar con esta charla.


 UN ABRAZO Y HASTA PRONTO.